de la cultura distributiva a la conectiva

Siguiendo la estela de la economía dominante, la cultura ha ido confirmándose como un apéndice más de sus dogmas y ha trabajado desde una linea reproductiva muy alineada con la lógica capitalista. Hablo de la cultura oficial, esa que se ha ido ordenando y despachando desde los Gobiernos locales. Parece que, como en cualquier proceso extractivo, ha dominado la lógica distributiva. Una lógica que, además, venía consolidada desde dos supuestos: uno, el que los convierte en expendedores y patrocinadores de productos aptos para el consumo; otro, el que los convirtió en salvadores de las ciudades transformándolas en parques temáticos. Se abrazó la excelencia y la marca. De forma paralela se hablaba de sostenibilidad (siempre he creído que se trataba de un mantra más) y desarrollo. En todo caso, es lo que he observado durante muchos años de profesión, siempre desde posturas demasiado conservadoras. En fin, no es que ya no valgan estos principios, estas fórmulas, es que no han valido nunca! La cultura distribuida ha  matado la cultura.

Y ahora, al calor de la escasez, la participación pareciera que revive, que se trata de recuperar como panacea, se convierte en  recurrente, forma parte de ese catálogo de términos fetiche. No sé si se trata una vez más de una especie de asistencialismo cultural.La institución, que no ha perdido todavía ese fondo arrogante, es la que guía. Temo que nos hundamos en una participación asistida.

¿Podemos ir más allá? La participación patrocinada no va reequilibrar los procesos. Va a seguir estando atada a sus dueños, a sus tutores. Por eso la lógica de la participación debe ser superada y ampliada por las lógicas de confluencia. Lógicas que superan la obsesión por la contabilidad y la actividad y que centran su energía en provocar situaciones. De la acción a la situación. De los espacios participativos a los espacios conectivos.

Unos espacios que deben ser tomados como generadores de sensibilidad creativa. Algo que supera con mucho la pasión consumidora y distribuidora a la que estamos acostumbrados. Algo que impulsa la inteligencia colectiva y generan valor desde la proximidad. Los espacios que fomentan la incitación intelectual para la consolidación de comunidades transformadoras.

2 comentarios en “de la cultura distributiva a la conectiva

Deja un comentario